miércoles, 1 de diciembre de 2021

Las falúas



 Uno de los más preciados entretenimientos de las personas reales era navegar por el río o estanques.

Tal diversión generó la construcción de todo tipo de naves grandes y pequeñas, sobre todo de unas magníficas falúas, palabra italiana que designa unas pequeñas embarcaciones. A ellas se dedicó durante un tiempo el cantante Farinelli desde su cargo de director de entretenimientos reales. La Escuadra del Tajo, como se llamó a esta colección de barcas, se componía de cinco falúas y dieciséis botes, uno de ellos con forma de ciervo y otro de pavo real.

Durante el reinado de Fernando VI y Bárbara de Braganza, navegar en falúa se convirtió en la actividad preferida de la reina. Se construyó una falúa real, una falúa de respeto, ligera y decorada con dorados, que navegaban siempre juntas y a menudo iban seguidas por una pequeña fragata llamada de Santa Bárbara y San Fernando que imitaba a los grandes navíos de guerra. En ella iban las damas de la reina y quince músicos. Salían a media tarde del embarcadero y llegaban hasta el puente de la Reina regresando a las nueve. Merendaban, cantaban, hacían salvas con los cañoncitos de bronce y pescaban. Muerta Bárbara de Braganza en 1758, y enloquecido por ello el rey, que la siguió en unos meses a la tumba, la Escuadra del Tajo no volvió a navegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario