En Francia, los Ilustrados D´Alembert y Diderot, editores de profesión, se fijaron los objetivos de combatir la ignorancia de las familias francesas. Para ello concibieron la idea de elaborar una serie de libros que contuvieran, de manera resumida y sencilla de entender, todo el saber de la época. Nace así una obra monumental colectiva llamada Diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios, conocida con el nombre genérico de ENCICLOPEDIA.
La Enciclopedia constaba de 17 volúmenes de texto y 11 volúmenes
más de láminas. Fue dirigida por D´Alembert
(quien supervisó los tomos dedicados a las Matemáticas y las Ciencias) y por Diderot (que supervisó los tomos
destinados a las Humanidades en general). En la Enciclopedia escribieron
artículos más de 130 expertos, destacando, entre otros, Montesquieu, Voltaire y Rousseau. La Enciclopedia no fue solo
una obra cultural, sino que también, en sus artículos, se canalizaron todas las
ideas ilustradas como el ataque al poder absoluto de los reyes y el ataque a la
religión. La Enciclopedia fue un éxito editorial. La compraron muchas
familias francesas y se exportó a otros países, traduciéndose a muchos idiomas.
La Enciclopedia fue escrita y desarrollada entre 1751 y 1772.
Ahora bien, ¿se trata de un invento genuinamente francés o
D´Alembert y Diderot se inspiraron en otro proyecto anterior? Miren y juzguen
ustedes: 👇
Les voy a
presentar a un cura, sí, un cura, de los de sotana y bonete, conocido en las
Letras Españolas como El padre Feijoo:
El Padre Feijoo nació en Oviedo en 1676; es decir, que su infancia y adolescencia fueron vividas
en el todavía Barroco del siglo
XVII. Su nombre completo era Benito
Jerónimo Feijoo, fue monje benedictino, doctor en Teología y profesor
en la Universidad de Oviedo. Feijoo es considerado el primer ensayista de la literatura española y uno de los primeros ilustrados españoles, de la
época de Fernando VI. Esto quiere
decir que, cuando Feijoo está escribiendo literatura ilustrada, la mentalidad
de la sociedad española era aún “medio barroca”.
Dado el atraso social, científico y humanístico en el que se
encontraba España (que acababa de salir de la Guerra de Sucesión) Feijoo
tiene la dura tarea de ser el primero en intentar introducir valores ilustrados
en los ciudadanos españoles, ciudadanos que todavía no saben qué es la Ilustración.
Con la intención firme de combatir la ignorancia, la
superstición y el atraso en nuestro país, el Padre Feijoo escribe su obra más
célebre titulada Teatro Crítico Universal (la palabra “Teatro” la utiliza Feijoo
con su significado original etimológico de “visión de conjunto”). Se trata de
una obra de carácter enciclopédico,
compuesta por 118 ensayos de breve extensión, que abordan enorme cantidad de materias: física
y química, medicina, biología, matemáticas, astronomía, geografía, historia,
política, economía, religión y literatura.
Pese a ser una obra escrita con un lenguaje erudito y un tanto difícil, Teatro Crítico Universal
fue un éxito de ventas, superando
los 600.000 ejemplares vendidos y siendo traducida
al inglés, francés, italiano, alemán y portugués.
Benito
Jerónimo Feijoo recibió muchas felicitaciones por esta obra, destacando las alabanzas de la Santa Sede, por boca
del Papa Benedicto XIV y del propio Rey Fernando VI que lo nombró Consejero Real (cargo que
Feijoo rechazó porque quería seguir con su vida sencilla de Profesor de
Universidad). El Padre Feijoo muere
en 1764 cuando Carlos III (monarca verdaderamente ilustrado) solo llevaba cinco años reinando.
Teatro Crítico Universal constó de
9 volúmenes escritos y desarrollados entre 1726 y 1740; es decir, diez
años y medio antes que la Enciclopedia. Teniendo en cuenta esto y
que Teatro (insisto, la palabra teatro está empleada en su sentido
etimológico de “visión de conjunto”) fue traducida al francés (en Francia fue best
seller, como en toda Europa), vuelvo a lanzar la misma reflexión: ¿Es la
Enciclopedia un invento francés o el germen es “made in spain”?
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