martes, 23 de noviembre de 2021

Rueda de prensa: Badajoz

Buenos días #BBfollowers, esta sí es la definitiva.

Hoy voy a contarles qué hicimos Fernando y yo en Badajoz.

Cuando mi padre y mi suegro se despidieron en Río Caya, tengan en cuenta que mi padre nunca pisó suelo español y mi suegro nunca pisó suelo portugués, mi Fernando me dio su brazo para que me apoyara en él y saliera por la lujosa tienda montada en río Caya por la puerta de España. Es decir, la primera vez que pisé suelo español fue en el termino municipal de Badajoz y del brazo de mi Fernando.

Los dos subimos a nuestra carroza y, junto a toda la comitiva real y los curiosos,  emprendimos la marcha hacia Badajoz.

Entramos en la Ciudad sobre las 6 de la tarde cruzando el puente de Palmas.

Tiempo después nos enteramos que se había ralentizado nuestra entrada por Puerta Palma porque  el Cabildo diocesano y el Patriarca de las Indias andaban a la greña discutiendo sobre quién iba a oficiar la misa de acción de gracias, el TeDeum, en la catedral de Badajoz. La discusión se debía a que el Obispo de Badajoz había enfermado de gravedad y el Cabildo y el Patriarca no se ponían de acuerdo sobre quién debería sustituirle.

Tuvo que intervenir mi suegro, Felipe V, que de manera salomónica dictaminó que los dos clérigos oficiaran a la par.

Cuando llegamos a la catedral de San Juan Bautista, Felipe V e Isabel de Farnesio delante y Fernando y yo detrás entramos bajo palio junto al cabildo diocesano. Mientras el Patriarca de las Indias se situó bajo el altar, poniendo unas almohadas donde Mis suegros, Fernando y yo nos hincamos de rodillas para besar la cruz y recibir el agua bendita.

Terminada la primera parada, seguimos hasta la capilla mayor donde nos volvimos a arrodillar para hacer oración, terminada la cual se cantó un «TeDeum » por la coro de la Real Capilla, oficiando el patriarca de las Indias.

Salimos de la catedral, bajo palio, asistidos por el cabildo en el mismo orden en el que habíamos entrado. Tomamos cada uno nuestra carroza y nos retiramos a nuestros palacios.

Para festejar todos los hechos acaecidos este día 19 de enero se celebró un gran baile de gala en casa del general Escobar, mientras tres fuentes públicas de Badajoz situadas en la plaza de san Juan, la plaza de la cruz y la plaza de los Fonseca manaron leche y vino para jolgorio de la plebe.

A la mañana siguiente, jueves 20 de enero de 1729 el cardenal Borja cantó la misa de velaciones acto al que asistieron toda la familia real y la nobleza.

Les cuento, la misa de velaciones la siguen haciendo hoy en día y se trata de una misa para propiciar que los hijos de la pareja casada se eduquen cristianamente y más aún que sean sacerdotes.


Está noche se unieron muchos portugueses a las fiestas callejeras en honor a Fernando y a mi. La verdad es que a mi me asustaba un poco tanto ruido y tanta gente por doquier.


El día 21 hubo una gran cacería ofrecida por Badajoz a la Casa  Real. ¡Más de 800 hombres batieron los montes de Botoa, Montijo, Puebla, Talavera, Villar del Rey y Roca! Me mareo al pensar la masacre que hicieron, pero ellos tan felices...y todo el mundo encantado.


Pero...no se había terminado. El Cabildo diocesano y la Corporación Municipal andaban a la greña por que los dos creían que les asistía el derecho de ser recibidos con prioridad el uno sobre el otro, por el  Rey, el Príncipe de Asturias y sus consortes.


Mi suegro decidió que la recepción sería el día 22 y se citó a las dos «potencias» badajocenses. La civil y la religiosa el mismo día. 


El Cabildo presidido por el Dean don Cristobal Pocostales se reunió en la caedral y de allí fueron en procesión hasta el palacio. Pero tuvieron que esperar, porque la cita era para la 1 y 20.

Por su parte, caballeros y regidores se reunieron en las casas consistoriales presididos por el alcalde mayor: D. José de Barcena y emprendieron rumbo al Palacio.


Cuando la Corporación Municipal entro en el salón principal donde estaban los reyes, el clero ya se había retirado.


Pero no crean vd. que estó les costó un sofocón, no. A la mañana siguiente, las dos jerarquías pidieron audiencia para rendirnos a Fernando y a mi pleitesías y nosotros le contestamos al Alcalde Mayor que cuando él quisiera y que después recibiríamos al clero.

¡Asunto arreglado!

 

Esa misma tarde volvieron a encontrarse mis padres y mis suegros en el mismo sitio donde se produjo el intercambio de princesas.


 ¡Vamos que ni mi padre pisó España, ni Felipe V, Portugal…¡Cosas de reyes! Como os decía, esa tarde fue no de relax, porque la realeza nunca se relaja, pero sí de animado y ceremonial parloteo entre los consuegros.

 

¿En qué idioma hablaron? ¡En francés! Mi padre sabía idiomas y le era fácil hablar en español, sin embargo mi suegro solo hablaba francés. ¿De qué hablaron? de "sus niñas" de Mina y de mí como dos padres burgueses de la época que querían asegurarse el bienestar de sus hijas.

 

Después de la charla se ofreció un concierto vocal e instrumental, interpretado por las músicas de las dos Reales Capillas. Concluido el concierto, nos despedimos todos de todos y mis padres partieron para Lisboa, haciendo noche en Elvas y la familia real española, de la que yo ya era un miembro de pleno derecho, partió a Badajoz para que los sirvientes empaquetaran nuestras cosas ante la inminente partida a Sevilla.

Como ven ahora podrán explicar cómo fue mi boda. 

Se dilató mucho en el tiempo. 

Que si pacto de boda, que si boda por poderes, que si firma de las capitulaciones en Lisboa, que si lectura un año después de estas capitulaciones en río Caya, que si Te-Deum en Badajoz, que si misa de velaciones en Badajoz, que otro Tedeum cuando llegamos a Sevilla…

Y ahora les toca a ustedes decidir si explican todo el periplo o si se  callan y sonríen la próxima vez que oigan que me casé en Badajoz.


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