No tiene sentido esconderla cuando, fruto de estas infidelidades, nacieron varios hermanastros míos.
¿Os acordáis que os conté que mi padre tenía como apelativo el Magnánimo?
Papá tenía un temperamento noble, grandeza de espíritu y se comportaba con generosidad o al menos esto decían sus súbditos.
Pero él tenía otra faceta y otro apodo «el Freirático».
En portugués esta palabra hace alusión a los que frecuentaban los conventos de monjas con fines nada píos (por decirlo finamente). Su verdadera pasión estaba en el Monasterio de Saint Denis de Odivelas, donde vivía la Madre Paula, su último gran amor.
Lo cierto es que en aquella época la vocación era una de las últimas razones por lo que las mujeres eran monjas y las visitas a los conventos formaban parte de la etiqueta social.
Era frecuente que un hombre noble tuviera a su monja, con quien mantenía correspondencia y a la que visitaba en el convento donde se intercambiaban regalos...
Las celdas se convirtieron en alcobas o burdeles.
¿Quiénes fueron Meninos de Palhavã?
Los Meninos de Palhavã fueron tres hijos naturales varones (¡Ni se sabe el número de niñas!) que tuvo mi padre, el rey, y que fueron reconocidos por él en un documento emitido en 1742, pero que se hizo público después de su muerte en 1752.
La expresión proviene del hecho de que estos tres niños vivían en el palacio del marqués de Louriçal, en la zona de Palhavã, en aquellos tiempos fuera de Lisboa.
Hoy en día, este edificio se encuentra dentro de los límites de la ciudad de Lisboa y está ocupado por la Embajada de España como la Casa del Embajador de España.
Mis hermanastros tuvieron una notable educación en el Monasterio de Santa Cruz, en Coimbra.
Su maestro fue Fray Gaspar da Encarnação, quien los educó como religiosos de acuerdo con los deseos del difunto rey, mi padre.
Los tres meninos de Palhavã fueron:
D. António de Braganza (1714-1800) - su madre era una monja francesa llamada Luisa Inês Antónia Machado Monteiro. Se convirtió en Doctor en Teología y más tarde caballero de la Orden de Cristo.
D. Gaspar de Braganza (1716-1789) - su madre era Madalena Máxima de Miranda, una monja. Llegó a ser arzobispo de Braga.
D. José de Braganza (1720-1801) - su madre era la Madre Paula, abadesa del Monasterio de Saint Denis de Odivelas. Se convirtió en Inquisidor General de Portugal.
A pesar de ser nuestros «medios hermanos», cuando José I (mi hermano, el heredero legítimo) fue rey de Portugal, Antonio y José de Braganza fueron exiliados a Buçaco en 1760 debido a un conflicto con el marqués de Pombal (el todopoderoso primer ministro; otro día os hablaré de Sebastián). Se les permitió regresar a la Corte solo después de la muerte mi hermano, el rey, en 1777.
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